martes, diciembre 14, 2010

Tormentos..

"Aquella vieja lágrima volvía a estar allí, aquel frío en la espalda con esa sensación de miedo recorría nuevamente mi cuerpo. ¿Qué pasaba? quizás la acumulación de pecados ciegos y sordos se volvían contra mí, pese a que ya había batallado con ellos en innumerables ocasiones. Pereciese que hoy eran más que ayer, cada uno tomaba su turno para torturarme una vez más. 

Los ancianos. más lentos en su andar y con más carga a cuesta eran los primeros en aparecer en aquel frío desfile, posaban sus manos en mi mente y me hacían recordar tiempos antiguos, del tiempo en que no conocía nada, de pesadumbres que aún no tenían nombres. Los conocía bastante bien, siempre estaban allí.

La larga fila continuaba y cada vez fantasmas y personas intangibles tomaban el turno de verme sufrir, parecían disfrutar el espectaculo, se enorgullecían de hacerme flaquiar, alardeaban de ver cuanto me podían doblegar.

Al final, y cuando ya todo parecía haberse calmado, una niña se me acercó, era pequeña, de rostro pálido pero iluminado, se subió a mis piernas y se sentó allí, levantó sus manos despacio, sus pequeños dedos tocaron mi mente, fueron cinco segundos, se bajó y se fué.

Un cuerpo inerte yacía en la silla, gélido, y derrotado, un leve latido sonaba en su pecho, pero  quizás era un eco de algun grito ahogado.

Aquella vieja lágrima volvió a brotar..... "


Libro de las Lamentaciones

Corvo

lunes, febrero 15, 2010

Pequeñez...

" No puedo exigirte nada, al parecer la bruma de tus ojos hacen que no me vea, me siento así, ínfimo, pequeño, mínimo. Cada vez que me encuentro a tu lado sé que no puedo pedir nada.
Lo entiendo, que diría la aurora si una estrella quisiera opacarla, que haría el sol si un foco quisiera brillar mas que él.
Seguirás tu camino y puede que yo vaya detrás, puede que me pierda y no te des cuenta, puede que la muerte me lleve y tus lagrimas no lo sepan, pero que mas puedo pedirte, si no tengo el derecho a decirte nada.
Será mejor que lo ultimo que diga sea "adiós", o tal vez esboce un "fue un placer". Llamare a viva voz a quien quiera escucharme y me entregare en las alas de los mensajeros, que mas da a esta altura, si no ves que puedo estar haciendo, y aunque lo supieras, no harías nada por interesarte.
Tal vez sea un sueño, y al abrir los ojos encuentre algo distinto, o puede que sea la cruda verdad la que me espere.. quien sabe.
Sin embargo entiendo que no hagas nada, no soy quien para ti. "

"Libro II Descuensuelo "
Corvo