martes, diciembre 29, 2020

  " La noche del anterior día se hacía presente una vez más, los susurros vagantes en la habitación nuevamente se levantaban desde los confines mas recónditos,  las memorias errantes en el laberinto de la psiquis de alguna manera lograban aflorar para gritar sonidos mudos y gesticular sensaciones dolientes. Palabras sin formas intangibles que de algún modo golpeaban sensaciones aun sangrantes de episodios de caídas del ser. Burlas ilegibles que lograban hacer esquirlas del alma más profunda. Viejas esfinges de pesares antiguos volvían a flotar para recordar las fallas de aquel ser latiente, provocando ahogamientos constantes y lastimeros con los que agonizaba cada vez que los afrontaba. Horas lentas y pesadas caminaban una tras otra golpeando el alma y retumbando en los latidos, una tras otra mostraban sus caras, algunas viejas otras mas nuevas, pero todas deformes y sorpresivas. Cada una de ellas se llevaba un trozo del recuerdo y de los sentimientos, así como de la oscuridad que asomaba en la ventana, y así en el amanecer de aquel día descubrí que no existía mas allá. La penumbra del horizonte hacia mella en la corteza de los recuerdos y las palabras empalagosas escuchadas formaban figuras deformes que se alimentaban de sentimientos vacíos."



Libro del dolor, Capitulo neutro