Ángel y Protegida

Bajó aquella tarde, era un día un poco helado, cuando tocó tierra se sintió algo extraño, ¿cómo sería?, ¿cómo tomaría el hecho de tener a alguien como él?. Se aprestó a buscarla, comenzó a buscarla por cada esquina de la ciudad, ¿en donde estaría?. Tardó en encontrarla, y cuando la vio, se dió cuenta porque se la habian encargado nuevamente, pero ahora tenía un alma parecida a la que alguna vez él habría tenido, y en sus ojos se observaba la misma candidez que años atrás, desde la última vez que la había visto. Sus pensamientos se remontaban a aquella época, cuando la observaba correr por ahí sin ninguna preocupación, más de la jugar. Se acercó, y un con leve gesto la saludó. Era de altura normal, pese que le llegaba a los hombros, de pelo largo y oscuro, una sonrisa cálida, agradable de ver siempre. Comenzó a hablarle, tardó unas semanas en que la conversación sea fluída y otras muchas en que ella lograra confíar en parte en él. Ella se sentía extraña entre todas las personas, un ente raro entre entes "normales". Conforme iba pasando el tiempo pensaba en que en algún minuto tendía que revelarle la verdad de quien era él. De pronto se dió cuenta que le ocurría algo extraño, en cada encuentro con ella le costaba un poco más decirle quien era, pero sin embargo se sentía algo más grato en esos momentos. Cierto día se aislo para poder pensar, ahí tomo aquella determinación. Ya nada sería como antes para él, sin embargo quería volver sentir aqul sentimiento. En una conversación se dio cuenta del amor que sentía, y producto de ese sentimiento había decidido volver a ser mortal. Ahora se les puede ver caminando de la mano, en las calles , ella ya no se siente sola, entiende que ya no es un ente extraño, sino ahora son dos. Él se halla feliz porque puede estar a su lado, agradece los momentos juntos y espera quese prolonguen en el tiempo.