" Bajé el escudo y la espada de mi mano, me quité la armadura que llevaba mi cuerpo, saqué el yelmo que no dejaba verte bien. Afrontaría ésto así casi desnudo. Saqué de mi los miedos que llevaba conmigo, para que los conocieras, pronuncié lo que no pronunciaba por que no lo sentía antes de tí, hablé de aquello que deseo venga, y que estaba casi encima.
Tu mirada ya no era la misma, en un minuto se perdió en un vacío. Sentí como tu mano entró en mi pecho, llegó a vital órgano y apretó sin resentimientos, un crash sonó dentro. Miles de pedazos camenzaron el descenso al suelo, y mi agonía comenzaba a manifestarse. Mis alas me mantuvieron firme, te marchaste y la sangre se ocupó de cubrir tus huellas en el suelo. Adiós ilusiones, se escuchó desde el cielo.
Vacío, fue la muerte que vino a reconocerme en una cita que se habia pensado pospuesta, mas no cancelada.
Mis brazos se bajaron y mis rodillas cayeron, comencé a recoger los trozos en un momento de desespero, eran miles regados todos en el suelo, una voz en miente decía insistentemente lo que tú habías dicho hace un momento....adios a los gemelos.
Me levanté con las fuerzas que me quedaban, y comencé la peregrinacion hacia el olvido, helado, casi gélido, mi cuerpo se entumecía cada vez más, de pronto estaba en el piso, y las lágrimas empezaron a brotar, me reincorporé nuevamente, y traté de caminar de nuevo.
Mi templo me esperaba y ya estaba listo mi cancerbero, caí en melancolía y desesperación mientras ponía la lápida a mi cuerpo.
Dormiré el luto por los trozos regados, los aferraré fuertemente para que se unan de nuevo, sin embargo ya no tengo la fuerza que hacía coesionar lo tuyo y lo nuestro."
"Lágrimas del llanto"
Corvo.
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